Formando eco-ciudadanos

Hablamos de eficiencia energética, de ahorro y de rehabilitación. Palabras que poco a poco se vuelven familiares. Pero ¿qué podemos hacer a diario para que tengan sentido?
Partiendo de la base de que la energía más barata es la que no se gasta y en un contexto económico y social muy debilitado, algunas experiencias demuestran con la práctica que se pueden implantar esos gestos con una formación e información adecuada.
En los barrios de Usera, un distrito del sur de Madrid poco favorecido en muchos aspectos, un grupo de jóvenes lleva a cabo un trabajo dentro del programa de formación en Eficiencia Energética que imparte la Fundación Tomillo.
Con el apoyo de unas infografías realizadas por ellos mismos y en pequeñas reuniones de vecinos explican no sólo porque es necesario ahorrar energía sino como se puede hacer sin que ello interfiera en el confort de cada hogar. Cómo pequeñas cosas que hacemos todos los días nos pueden proporcionar una ayuda económica.
Cada ficha representa un lugar de la casa y en él las múltiples posibilidades que ofrece para una conducta energética más responsable. La cocina, el baño, el dormitorio etc., son objeto de un estudio detallado y comprensible. Gestos que todos reconocen en su vida cotidiana.
Este es el primer paso y el más importante para llevar a cabo las reformas que sus hogares necesitarán. Porque el ahorro energético se basa en cuatro ejes y de ellos, tres tienen que ver con decisiones y comportamientos individuales.
La rehabilitación y el acondicionamiento de la casa con criterios técnicos más o menos avanzados necesariamente tienen que acompañarse con el mantenimiento de las instalaciones, la limpieza y los hábitos de consumo.
Mejorar los sistema de calefacción, cambiar las ventanas o cubrir el edificio no tendrían sentido si los que viven el él no son conscientes y corresponsables a través de su actitud cotidiana. Incluso a veces, cuando las condiciones económicas no permitan acometer reformas en el edificio, el cambio de hábitos acompañados de las llamadas medidas de “micro eficiencia” que consiguen disminuir hasta el 30% del consumo de una vivienda así como la mejora del confort de esos hogares.
Estos grupos de jóvenes formados para divulgar esas medidas son el germen de un proyecto, tan ambicioso como realista, que se está llevando a cabo en el distrito y que a partir de la formación desarrollará un conjunto de mejoras que van desde la creación de nuevos empleos hasta la mejora de la movilidad en el barrio, todo ello bajo criterios de sostenibilidad. Además de la sensibilización ya han intervenido en 70 viviendas y este curso se llegará a 130. Además ya está en marcha la primera cubierta vegetal
Junto a la Fundación Tomillo, la EMVS, la Universidad Politécnica de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, y otras entidades públicas y privadas, se están uniendo al proyecto que conseguirá resultados, gracias muy especialmente, a la participación de los propios usuarios.
- Tags: Ahorro, Consumo responsable, Rehabilitación